Tener una terraza o un porche es una suerte. Pero poder usarlos todo el año, sin importar el clima, es lo que realmente marca la diferencia. Con un cerramiento de cristal, ese espacio abierto que solo aprovechabas en primavera o verano puede transformarse en una zona acogedora, funcional y luminosa los 365 días del año.
Y no, no se trata solo de estética. Hay muchas razones por las que cada vez más personas apuestan por este tipo de cerramientos. Te contamos las más importantes, y por qué puede ser una de las mejores decisiones para tu hogar.
Un espacio para todo el año
Con lluvia, frío o viento, una terraza abierta queda inutilizada durante buena parte del año. Pero si instalas un cerramiento de cristal, eso cambia. Puedes desayunar viendo llover sin pasar frío, leer un libro aunque sople el viento o cenar con amigos en pleno diciembre sin necesidad de manta.
Además, los cerramientos suelen ser correderos o plegables. En verano, los abres y dejas que el aire fluya. En invierno, los cierras y conservas el calor interior. Y entre estaciones, los ajustas a tu gusto.
Más metros útiles sin mudarte
Si tu casa se queda pequeña, pero no quieres meterte en una reforma, cerrar tu terraza puede ser la solución. De repente, ese espacio que solo usabas para tender ropa o acumular trastos se convierte en una zona de estar, un rincón para teletrabajar, una sala de juegos o un comedor lleno de luz natural.
Muchos propietarios cuentan que, tras instalar un cerramiento, esa zona se convierte en su favorita. La sensación de estar al aire libre pero protegido es adictiva.
Mejora el aislamiento y reduce tus facturas
Un buen cerramiento de cristal no solo es bonito, también ayuda a mejorar el confort térmico de tu hogar. En invierno, actúa como una barrera que retiene el calor. En verano, si eliges cristales con tratamiento solar o los complementas con toldos, la temperatura interior se mantiene más fresca.
Como resultado obtienes menos uso del aire acondicionado y calefacción, y eso se traduce en ahorro. De hecho, algunos estudios indican que el aislamiento con cerramientos puede reducir el consumo energético hasta en un 30 % en determinadas zonas climáticas.
Adiós al ruido, hola al silencio
Si vives en una calle con tráfico, cerca de un parque infantil o simplemente tienes vecinos ruidosos, sabrás lo importante que es el aislamiento acústico. Un cerramiento de cristal ayuda a reducir significativamente los ruidos del exterior. No los elimina por completo, pero sí los amortigua lo suficiente como para que puedas relajarte sin interrupciones.
Un toque moderno que revaloriza tu vivienda
Este tipo de estructuras tienen en común que mejoran visualmente cualquier fachada. Aportan un diseño limpio, actual y elegante que encaja tanto en casas rurales como en pisos urbanos.
Al aumentar el espacio útil y mejorar el aislamiento, también incrementan el valor de la vivienda. Si algún día decides vender o alquilar, contar con una terraza cerrada será un punto muy a tu favor.
A diferencia de otras reformas, instalar un cerramiento de cristal no requiere grandes obras. En la mayoría de los casos, se realiza en unos pocos días y sin escombros ni ruidos excesivos. Por supuesto, es esencial contar con profesionales que garanticen un trabajo bien hecho y te asesoren sobre licencias o normativas, si son necesarias.
Cerrar tu terraza o porche con cristal no es solo una cuestión de estética. Se trata de una inversión inteligente que mejora tu calidad de vida, amplía el espacio útil de tu hogar y aporta valor añadido a tu vivienda. En Division Spaces somos especialistas en instalar cerramientos de cristal a medida, cuidando cada detalle para que disfrutes de ese rincón especial haga sol, llueva o caigan chuzos de punta.